09/11/2012 | Pagina Siete

Bolívar sufrió anoche para imponerse 1-0 a Blooming, en el cierre de la fecha 15 de la Liga, y con el resultado metió presión a stronges y San José, que ocupan los dos primeros lugares del torneo Apertura.

La victoria que tuvo la Academia le permite conservar el tercer lugar y estar pendiente de un tropiezo de los líderes para seguir aspirando a llegar al título del certamen y, por ende, a la Copa Libertadores de América del próximo año.

No hay duda que lo mejor de Bolívar está del mediocampo para adelante, por ello no fue de extrañar la calidad técnica que expuso el conjunto celeste que presionó para anotar el tanto. Sin embargo, hay que mencionar que cuando los delanteros rivales apretaron su última línea, se notó la "debilidad" de la Academia en esta zona.

El volante Leonel Justiniano fue uno de los hombres más peligrosos de Bolívar y estuvo bien complementado por el juego de Rudy Cardozo y Damián Lizio.

Era cuestión de tiempo para que llegue el primer gol, ya que los cruceños cada vez empezaron a defenderse más en su campo y dejaron solitario en la delantera al argentino Hugo Bargas, quien se dio modos para complicar a los locales.

El primer gol llegó luego de un error en la salida que tuvo Francisco Argüello, que perdió un balón ante Cardozo. Éste cedió para Gerardo Yecerotte, que habilitó a la vez a Justinaino para que defina de primera ante la salida del golero Sergio Galarza.

Bolívar se envalentonó con el gol y Jhasmani Campos estuvo a punto de convertir el segundo antes del descanso.

En la segunda etapa, la Academia se encontró con un rival más defensivo y con menos ambición, lo que dificultó su andamiaje en el terreno, porque encontró menos espacios que en la etapa inicial.

El técnico Miguel Ángel Portugal se dio cuenta que debía proponer una variante en ataque y ordenó el ingreso de Juan Carlos Arce para inquietar a la defensa bloominista. Sin embargo, a Bolívar le faltó otra vez contundencia para amarrar el partido y no tener sobresaltos, que llegaron en los últimos minutos, donde prácticamente terminó pidiendo hora y su hinchada exigiendo a gritos la salida de Portugal de la dirección técnica.

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