Totalmente identificado con Bolívar

"Me he retirado totalmente en el aspecto físico, pero de ninguna manera en lo espiritual"

30/12/1981 | Revista Academia

Entrevista a Lauro Ocampo por Waldo Gutierrez

"Me he retirado totalmente en el aspecto físico, pero de ninguna manera en lo espiritual", dice Lauro Ocampo a tiempo de ahogar un suspiro conmovido por los recuerdos de los años pasados. Aquellos años cuando con todo el vigor de su salud y la energia de su entusiasmo integraba las tribunas del viejo estadio para ver jugar a su querido Bolívar.

Pero el tiempo, pasa, y muchas veces dejas huellas indelebles que hacen imposible un acercamiento fisíco y en ocasiones ni siquiera permite el recuerdo. Para Lauro Ocampo el tiempo ha transcurrido lastimándolo fisicamente, a punto tal que tuvo que ausentarse a los Estados Unidos para ser sometido a una delicada intervención quirúrgica para cambiarle una cadera.

En el mes de septiembre retornó a la patria de su Bolívar añorado luego de ser sometido a la operación en el mes de Julio.

Apartado de su actividad deportiva, soportando con estoicismo la convalecencia mira pasar en su mente los recuerdos que no son nada más que eso, recuerdos sujetos obligadamente a su licencia indefinida del Club celeste y blanco.

"Llevo el Bolívar en el alma desde 1929, dice, pero ahora aunque lo quisiera no puedo realizar ninguna actividad en favor del Club Académico".

Le preguntamos cuál es a su juicio el año más glorioso de la epopeya deportiva del plantel bolivarista. Medita un instante y luego responde casi aprisa."1964, luego de una pause repite, 1964 fue ña hora más gloriosa pues luego de varias jornadas magnificas el Bolívar caminó seguró en su retorno a la letra "A".

Al mirar en sus ojos adivinamos el dibujo perlado de una lagrima de emoción pero sobreponiendose a la debilidad pasajera del recuerdo, continúa con voz casi apagada que nos obliga a momento adivinar su contenido.

"Estoy totalmente retirado, pienso que primero es la salud ya que al Bolívar le di muchos y buenos años de mi vida".

Vencido el emotivo instante continúa. "He sido en el Bolívar en todo tiempo, factor de unidad. Me han tenido confianza porque he sido factor aglutinante".

Le preguntamos cuál es el jugador a quien ha dispensado mayor simpatía y con presteza responde: "MArio Alborta", luego calla. Tras un embarazoso silencio que no queremos romper, agreaga..."El Bolívar es parte de mi vida".

Dejamos la Agencia de Aduanas que dirige Lauro Ocampo con una sensación de haber cumplido periodisticamente con un cometido, que si bien ha lastimado un tanto el espiritu emotivo de Lauro Ocampo por el viaje de recuerdos, nos ha permitido conocer otra de las facetas del hombre que formó con aguerrido temple en las filas del cuadro academico. Cuando escribimos esta crónica viene a nuestra mente la inevitable sentencia. El tiempo pasa llevandose consigo todo lo que ha de ser recuerdo.

Lauro Ocampo, viejo Bolivarista cuyo espíritu sigue vibrando por el celeste.

 

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